Sí lo sé, vaya título más largo... al final del análisis me entenderéis. Seguimos con nuestra ración de análisis con este gran exclusivo para ps3 Infamous 2, la continuación de Infamous. Se prometía que dependiendo de tus decisiones el juego sería distinto y eso acompañado de una buena historia y jugabilidad harían de este juego, uno de los grandes. Veamos si se ha cumplido.
Empezaremos hablando de la historia: Cole Mcgrath es un chico que ha adquirido poderes eléctricos y se ha convertido en una especie de superhéroe (Infamous). En el inicio de esta segunda entrega nos vemos luchando contra la Bestia, un ser bestial (hoy estoy que me salgo con las anotaciones) que nos machaca y destruye todo lo que encuentra a su paso. A partir de entonces nos trasladamos a New Marais para aumentar nuestros poderes y acabar con ese ser pero los miembros de la milicia de la ciudad (los malos de toda la vida), unos monstruos y otras personas modificadas para que adquieran poderes, no nos lo pondrán tan fácil. La trama es sencilla pero no por eso menos atractiva.
Pasemos a los puntos positivos: los objetivos del juego son sencillos y en ocasiones se repiten (devolver la electricidad a una zona determinada, matar a estos tipos, etc). La jugabilidad es el punto fuerte del juego. Es tremendamente atractivo el hecho de escalar con suma agilidad (eres una especie de Ezio Auditore 2.0) o deslizarte por cables eléctricos. El juego es muy divertido e intuitivo, las animaciones de los poderes y/o ataques finales son acongojantes, el diseño artístico está muy cuidado y los gráficos mezclan un aspecto cómic con uno de más realista. Dependiendo de tu estado de ánimo personalidad o de lo que te salga de las narices podrás efectuar las misiones de Karma bueno o del malo. Hasta aquí todo bien pero entonces, ¿hay algo de malo?
Sí, sí que lo hay. La historia es simplona y lo malo no es eso, lo malo es que la intenten hacer muy épicacon un final que me desconcertó y, en el caso del bueno, me decepcionó. Los movimientos de Cole son poco realistas ya que su agilidad es apabullante. La ciudad está repleta de elementos y parece estar muy viva pero, no sé, a mi me ha dado la impresión de que fuera de cartón piedra. Los ciudadanos son simples "bots"que caminan por la ciudad, parecidos a zombies. Pero ahora voy a por el hecho que más me ha cabreado. Estoy todo el puñetero juego ayudando a la gente, haciendo obras de caridad y devolviéndole a fulanito la aspirina que le han robado para que al final independientemente de lo que haya hecho pueda escoger le final malo. "¡¡¿Qué pollas pasa aquí?!!". ¿No se supone que tus acciones marcarían el final de la historia?. Bueno dejando aparte este punto deciros que el final malo es 100 veces mejor al bueno, he podido comprobar los dos finales y el bueno puede ser más emotivo pero no me dejó buen sabor de boca.
La conclusión a la que he llegado es que en este juego las decisiones que tomes no importan una mierda (a parte de que la gente te tenga miedo o no) para el final, como decía al principio: "No por ser el niño bueno de la clase todo tiene que acabar bien," pero no por eso el juego es malo. Al contrario es un juego totalmente recomendable y que si bien la campaña principal es cortilla, con el editor y las misiones secundarias disfrutaremos de este juego durante mucho tiempo.
Valoración: 8.5
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